La inteligencia no reemplaza el juicio estratégico, lo potencia. Delegar sin criterio transforma la oportunidad en riesgo puro.
Al liderar, cada decisión es un balance en la mezcla de velocidad, precisión y responsabilidad. Hoy, la inteligencia artificial nos entrega una fuerza sin precedentes, pero nos expone al riesgo de decidir sin comprender matices.
En mi día a día, no tengo modelos de gran escala o agentes que controlen procesos y se adelanten a mis solicitudes. Durante los últimos 2 a 3 años, he venido aplicando procedimientos para determinar cuando integrar la inteligencia artificial en mi toma de decisiones, un 3×4 que les dejo en el carrusel.
Si en 2024, la inteligencia artificial contribuyó a ganar el Nobel de Física y Química, seguro que nos puede ayudar con nuestro problema.
¿Cómo equilibras la velocidad y respuesta de los modelos de inteligencia artificial con la profundiad de tu juicio en las decisiones?f
